LEY N° 1: NUNCA LE HAGA SOMBRA A SU AMO.
Esfuércese siempre por lograr que quienes están
jerárquicamente por encima de usted se sientan cómodos con su sensación de
superioridad. No permita que sus deseos de complacerlos o impresionarlos lo
induzcan a hacer ostentación de sus talentos y de su capacidad, ya que ello
podrá generar un efecto opuesto al deseado, es decir, inspirar temor e
inseguridad en sus superiores. Hágalos aparecer siempre más brillantes de
lo que en realidad son… y accederá a la cumbre del poder.
LEY N° 2: NUNCA CONFÍE DEMASIADO EN SUS AMIGOS; APRENDA A
UTILIZAR A SUS ENEMIGOS.
Desconfié de los amigos; suelen ser los primeros en
traicionarlo, ya que caen fácilmente presa de la envidia. También suelen
convertirse en irrespetuosos y tiranos. En cambio, emplee a quien haya sido su
enemigo, y le será más leal que un amigo, ya que deberá hacer mayores esfuerzos
por demostrar su adhesión. Lo cierto es que usted debe temer más a sus amigos
que a sus enemigos. Si no tiene enemigos, busque la forma de creárselos.
LEY N° 3: DISIMULE SUS INTENCIONES.
Desconcierte a la gente y manténgala en la mayor ignorancia
posible, sin melar nunca el propósito de sus acciones. Si no tienen la menor
idea de, qué es lo que usted quiere logran les resultará imposible preparar una
defensa. Condúzcalos por el camino de las falsas suposiciones, envuélvalos en
una nube de humo y verá que, cuando al fin caigan en la cuenta de las verdaderas
intenciones de usted, ya será tarde para ellos.
LEY N° 4: DIGA SIEMPRE MENOS DE LO NECESARIO.
Cuando intente impresionar a la gente con palabras, tenga en
cuenta que cuanto más diga tanto más vulnerable será y tanto menor control de
la situación tendrá. Incluso cuando lo que diga sea sólo una banalidad,
parecerá una idea original si la plantea en forma vaga, abierta y enigmática.
Las personas poderosas impresionan e intimidan por su parquedad. Cuarto más
hable, mayor será el riesgo de decir alguna tontería.
LEY N° 5: CASI TODO DEPENDE DE SU PRESTIGIO; DEFIÉNDALO A
MUERTE.
Su renombre y su prestigio constituyen la piedra angular del
poder. Basta el prestigio para intimidar y ganar. Sin embargo, una vez que
decae, usted se tornará vulnerable y 4erá atacado por todos los flancos.
Convierta su prestigio en una fortaleza inexpugnable. Manténgase alerta frente
a cualquier tipo de ataques potenciales y desbarátelos antes de que se
produzcan. Al mismo tiempo, aprenda a destruir a sus enemigos abriendo brechas en
la reputación de ellos. Luego dé un paso al costado y deje que la opinión
pública los crucifique.
LEY N° 6: BUSQUE LLAMAR LA ATENCIÓN A CUALQUIER PRECIO.
Todo es juzgado por su apariencia; lo que no se ve no
cuenta. Nunca acepte perderse en el anonimato de la multitud o ser sepultado
por el olvido. Ponga toda su fuerza en destacarse. Conviértase en un imán que
concentre la atención de los demás, mostrándose más grande, más atractivo y más
misterioso que la gran masa, tímida y anodina.
LEY N° 7: LOGRE QUE OTROS TRABAJEN POR USTED, PERO NO
DEJE NUNCA DE LLEVARSE LOS LAURELES.
Utilice la inteligencia, los conocimientos y el trabajo
físico de otros para promover su propia causa. Ese tipo de ayuda no sólo le
permitirá ahorrar mucho tiempo y energía, sino que le conferirá un aura divina
de rapidez y eficiencia. A la larga, sus colaboradores serán olvidados y todos
lo recordarán a usted. Nunca haga lo que otros pueden hacer por usted.
LEY N° 8: HAGA QUE LA GENTE VAYA HACIA USTED Y, DE SER
NECESARIO, UTILICE LA CARNADA MÁS ADECUADA PARA LOGRARLO.
Cuando obligue a otro a actuar, deberá ser usted quien en
todo momento ejerza el control. Siempre es mejor lograr que su contrincante se
acerque a usted y abandone, en este proceso, sus propios planes.
Atráigalo con ganancias fabulosas… y después proceda a atacar. Usted tiene
todos los ases en la mano.
LEY N° 9: GANE A TRAVÉS DE SUS ACCIONES, NUNCA POR MEDIO
DE ARGUMENTOS.
Cualquier triunfo circunstancial que usted obtenga a través
de argumentación verbal en realidad es sólo una victoria pírrica: el
resentimiento y la mala voluntad que así genera son más intensos y duraderos
que cualquier acuerdo momentáneo que haya logrado. Es mucho más eficaz lograr
la coincidencia de otros con usted a través de sus acciones, sin decir palabra
alguna. No explique; demuestre.
LEY N° 10: PELIGRO DE CONTAGIO: EVITE A LOS PERDEDORES Y
LOS DESDICHADOS
La desdicha de los demás puede conducirlo a la muerte: los
estados de ánimo son tan contagiosos y tóxicos como una enfermedad infecciosa.
Aunque sienta que debe tenderle una mano a alguien que se está hundiendo, lo
único que logrará con ello será acelerar su propia caída. A menudo, los
perdedores, son los artífices de su propia desgracia y terminan por
transmitirla a quien quiere ayudarlos. Evítelos y, en cambio, frecuente a
individuos ganadores y felices.
LEY N° 11: HAGA QUE LA GENTE DEPENDA DE USTED.
Para mantener su independencia, es indispensable que los
demás lo quieran y necesiten. Cuanto más confíen y dependan de usted, tanto más
libertad usted tendrá. Haga que la gente dependa de usted para lograr su
felicidad y prosperidad, y no tendrá nada que temer. Nunca enseñe a los demás
lo suficiente como para que puedan arreglárselas sin su ayuda.
LEY N° 12: PARA DESARMAR A SU VÍCTIMA, UTILICE LA
FRANQUEZA Y LA GENEROSIDAD EN FORMA SELECTIVA.
Un gesto sincero y honesto compensará docenas de actitudes
dictadas por la hipocresía y la falsedad. El gesto de franca y honesta
generosidad hace bajar la guardia aun al individuo más desconfiado. Una vez que
su sinceridad selectiva haya abierto una brecha en la armadura del otro, podrá
manipularlo y embaucarlo a su antojo. Un obsequio oportuno —especie de caballo
de Troya— podrá cumplir el mismo objetivo.
LEY N° 13: CUANDO PIDA AYUDA, NO APELE A LA COMPASIÓN O A
LA GRATITUD. DE LA GENTE, SINO A SU EGOÍSMO
Si necesita recurrir a la ayuda de un aliado, no se moleste
en recordarle el apoyo que usted le dio en el pasado, o sus buena.; acciones.
Lo pasado se ignora se olvida. Si, en cambio, al formular su pedido de
colaboración usted muestra elementos que beneficiarán a la otra persona y hace
gran hincapié en ellos, su contrincante responderá con entusiasmo a su
solicitud, al detectar el beneficio que podría obtener.
LEY N° 14: MUÉSTRESE COMO UN AMIGO PERO ACTÚE COMO UN
ESPÍA.
Es de fundamental importancia saberlo todo sobre su rival.
Utilice espías para reunir información valiosa que le permita mantener siempre
una ventaja sobre él. Y mejor aún: haga usted mismo de espía. Aprenda a sondear
con cuidado a la gente en corteses encuentros sociales. Formule preguntas
indirectas para lograr que el otro revele sus intenciones y sus debilidades.
Toda ocasión es buena para ejercer el arte del espionaje.
LEY N° 15: APLASTE POR COMPLETO A SU ENEMIGO.
Empezando por Moisés, todos los grandes líderes de la’
historia sabían que era necesario aplastar por completo al enemigo al que
temían. (En algunas oportunidades aprendieron esta lección a fuerza de golpes.
Si se deja encendida una sola brasa, por muy débil que sea, siempre se corre el
riesgo de que vuelva a desencadenarse un incendio. Se ha perdido más por una
aniquilación a medias que por una exterminación total: el enemigo se recuperará
y buscará venganza. Destrúyalo por completo, no sólo fisica sino también
espiritualmente.
LEY N° 16: UTILICE LA AUSENCIA PARA INCREMENTAR EL
RESPETO Y EL HONOR.
Demasiada oferta reduce el precio: cuanto más lo vean y
oigan, tanto menos necesario lo considerarán los demás. Si ya ha afirmado su
posición dentro de un grupo determinado, un alejamiento temporario hará que
hablen más de usted, e incluso que lo admiren. Deberá aprender cuándo alejarse.
Recuerde que la escasez de un recurso incrementa su valor.
LEY N° 17: MANTENGA EL SUSPENSO. MANEJE EL ARTE DE LO
IMPREDECIBLE.
El ser humano es hijo del hábito y tiene una necesidad
insaciable de sentirse familiarizado con las actitudes de quienes lo rodean. Si
usted se muestra predecible, confiere a los demás la sensación de tener cierto
control sobre usted. Invierta los papeles: muéstrese deliberadamente
impredecible. Las actitudes que en apariencia carecen de coherencia o propósito
desconcertarán a los demás, que se agotarán tratando de explicarse sus
movimientos y acciones. Llevada a un extremo, esta estrategia puede intimidar y
aterrorizar.
LEY N° 18: NO CONSTRUYA FORTALEZAS PARA PROTEGERSE: EL
AISLAMIENTO ES PELIGROSO.
El mundo es un sitio peligroso y los enemigos acechan por
doquier; todos necesitan protegerse. Una fortaleza se presenta como la
alternativa más segura. Pero el aislamiento lo expone más de lo que lo protege
de los peligros que lo rodean, ya que lo aísla de información valiosa y lo
destaca como un blanco fácil para los demás. Es mucho más seguro circulan
mezclarse entré la gente y buscar aliados. La multitud lo protege de sus
enemigos.
LEY N° 19: SEPA CON QUIÉN ESTÁ TRATANDO: NO OFENDA A LA
PERSONA EQUIVOCADA.
En el mundo hay muchas clases de personas diferentes, y
usted no puede suponer que todos reaccionarán de la misma manera frente a sus estrategias.
Hay ciertas personas que, si usted las manipula o engaña, pasarán el resto de
su vida procurando vengarse. Serán, desde el momento de la ofensa, lobos con
piel de oveja. Elija con cuidado a sus víctimas y a sus contrincantes, y nunca
ofenda o engañe a la persona equivocada.
LEY N° 20: NO SE COMPROMETA CON NADIE.
Sólo los tontos se apresuran siempre a tomar partido. No se
comprometa con ninguna posición o causa, salvo con la suya propia. El hecho de
mantener su independencia lo convierte en el amo de los demás. Obtenga
beneficios oponiendo a las personas entre sí.
LEY N° 21: FINJA CANDIDEZ PARA ATRAPAR A LOS CÁNDIDOS:
MUÉSTRESE MÁS TONTO QUE SU VÍCTIMA.
A nadie le gusta sentirse más estúpido que los demás. Por lo
tanto, el truco consiste en hacer sentir sagaces e inteligentes a sus víctimas
y, sobre todo, más sagaces e-inteligentes que usted. Una vez que las haya
convencido de esto, nunca sospecharán que usted tiene motivaciones ocultas
contra ellos.
LEY N° 22: UTILICE LA TÁCTICA DE LA CAPITULACIÓN.
TRANSFORME LA DEBILIDAD EN PODER
Cuando usted sea el más débil, nunca luche simplemente por
salvar su honor opte, en cambio, por la capitulación. Rendirse le dará tiempo
para recuperarse, tiempo para atormentar e irritar al vencedor, tiempo para esperar
a que el poder de éste se diluya. No le dé la satisfacción de luchar y ser
vencido por él. Capitule antes de ser derrotado. Al volver la otra mejilla,
enfurecerá y desconcertará a su contrincante. Convierta la capitulación en un
instrumento de poder.
LEY N° 23: CONCENTRE SUS FUERZAS.
Conserve sus fuerzas y su energía manteniéndolas
concentradas en su punto más fuerte. Ganará más descubriendo un rico yacimiento
y explotándolo en profundidad, que pasando de un yacimiento pobre a otro: la
intensidad siempre triunfa sobre la dispersión. Cuando busque fuentes de poder
que puedan promoverlo, procure encontrar siempre el patrón clave único, la vaca
lechera que pueda ordeñar durante largo tiempo.
LEY N° 24: DESEMPEÑE EL PAPEL DE CORTESANO PERFECTO.
El Cortesano perfecto, adulador e intrigante, prospera y
alcanza su plenitud en un mundo en el cual todo gira en torno del poder y de la
habilidad política. Domina a la perfección el arte de la oblicuidad. Adula, se
somete a sus superiores y reafirma su poder sobre los demás de la forma más
encantadora y graciosamente indirecta y falsa. Aprenda a aplicar las leyes del
cortesano, y su ascenso dentro de la corte no conocerá límites.
LEY N° 25: PROCURE RECREARSE PERMANENTEMENTE.
No acepte los papeles que la sociedad le ha endilgado.
Fórjese una nueva identidad que atraiga la atención y nunca aburra al público.
Sea el dueño de su propia imagen, en lugar de permitir que otros la definan por
usted. Incorpore elementos dramáticos en sus gestos y acciones públicas, y su
poder se verá reforzado y su personalidad crecerá en forma asombrosa.
LEY N° 26: MANTENGA SUS MANOS LIMPIAS.
Es necesario que, en todo momento, usted aparezca como
paradigma de la corrección y la eficiencia. Sus manos nunca se ensuciarán por
ilícitos o descuidos. Mantenga esa apariencia impecable, utilizando a otros
como testaferros o pantallas para ocultan cuando sea necesario, su
participación personal en hechos de esta índole.
LEY N° 27: JUEGUE CON LA NECESIDAD DE LA GENTE DE TENER
FE EN ALGO, PARA CONSEGUIR SEGUIDORES INCONDICIONALES.
La gente tiene una necesidad irrefrenable de creer en algo.
Conviértase en el centro focalizador de esa necesidad, ofreciéndoles una causa
o una nueva convicción a la que adherir: Formúlela en términos vagos pero pletóricos
de promesas. Enfatice el entusiasmo por sobre el pensamiento claro y racional.
Dé a sus nuevos discípulos, rituales que realizar y exíjales sacrificios. Ante
la ausencia de una religión organizada y grandes causas en las que puedan
creer, su nuevo sistema de convicciones le conferirá un poder inaudito.
LEY N° 28: SEA AUDAZ AL ENTRAR EN ACCIÓN.
Si se siente inseguro frente a determinado curso de acción,
nodo intente. Sus dudas y titubeos se transmitirán a la ejecución del plan. La
timidez es sumamente peligrosa; lo mejor es encarar toda acción con audacia.
Cualquier error que usted corneta por ser audaz se corregirá con facilidad
mediante más audacia. Todo el mundo admira al audaz; nadie honra al timorato.
LEY N° 29: PLANIFIQUE SUS ACCIONES DE PRINCIPIO A FIN.
Un final brillante constituye el corolario que da énfasis a
todo su accionar. Planifique su camino teniendo en cuenta todas las
consecuencias posibles, todos los obstáculos y todos los giros del azar que
puedan incidir de manera negativa sobre su trabajosa elaboración y otorgar la
gloria a otros. Planificar todo un proceso, de principio a fin, evitará que lo
abrumen los factores negativos y le permitirá saber con exactitud cuándo
detenerse. Maneje la fortuna con cuidado y determine el futuro planificando a
largo plazo.
LEY N° 30: HAGA QUE SUS LOGROS PAREZCAN NO REQUERIR
ESFUERZOS.
Su accionar deberá parecer natural y de fácil ejecución.
Toda la práctica y el esfuerzo que usted invierta en él, así como todas las
habilidosas artimañas a las que recurra, deberán permanecer ocultos. Cuando
actúe, hágalo como si la tarea que tiene entre manos fuese algo de lo más
sencillo, como si pudiese hacer todavía mucho más. Evite la tentación de
revelar lo mucho que usted trabaja, pues con ello sólo generará
cuestionamientos. No le enseñe a nadie sus trucos especiales, o los usarán
contra usted.
LEY N° 31: CONTROLE LAS OPCIONES: HAGA QUE OTROS JUEGUEN
CON LAS CARTAS QUE USTED REPARTE.
El mejor engaño es aquel que aparenta ofrecer opciones al
otro: sus víctimas sienten que controlan la situación, pero en realidad no son
sino títeres en sus hábiles manos. Presente opciones que siempre le sean
favorables, independientemente de cuál de ellas elijan los demás. Oblíguelos a optar
entre el menor de dos males y logre que cualquiera de las dos elecciones
resulte a favor de usted. Haga que cualquier alternativa por la que se decidan
sus rivales, los perjudique a ellos y lo beneficie a usted.
LEY N° 32: JUEGUE CON LAS FANTASÍAS DE LA GENTE.
Muchas veces se evita la verdad porque suele ser dura y
desagradable. Nunca recurra a la verdad ni a la realidad, salvo que esté
dispuesto a enfrentar la ira que genera la desilusión. La vida es tan dura y
problemática que aquellas personas capaces ide inventar ilusiones o conjurar
fantasías son como oasis en el desierto: todos van hacia ellas. Apelar a las
fantasías de las masas es una fuente inmensa de poder.
LEY N° 33: DESCUBRA EL TALÓN DE AQUILES DE LOS DEMÁS.
Todo individuo tiene un punto débil, una fisura en la
muralla que rodea su fortaleza. Por lo general, esa debilidad es algo que le
causa inseguridad, o una emoción o una necesidad que lo supera. También puede
ser un pequeño placer secreto. Sea lo que fuere, una vez que usted la haya descubierto
esa debilidad se convierte en un elemento de presión que podrá manejar a su
antojo y, por supuesto, siempre a su favor.
LEY N° 34: ACTÚE COMO UN REY PARA SER TRATADO COMO TAL.
Su forma de actuar determinará cómo lo tratarán los demás: a
la larga, una presencia vulgar o común hará que la gente le pierda el respeto.
Porque un rey se respeta a sí mismo e inspira el mismo sentimiento en los
demás. Al adoptar una actitud de rey, mostrando confianza en su propio poder,
logrará que lo consideren destinado a llevar una corona real sobre la cabeza.
LEY N° 35: DOMINE EL ARTE DE LA OPORTUNIDAD.
Nunca demuestre tener prisa, ya que el apuro delata una
falta de control sobre el tiempo y sobre su propio accionar. Muéstrese siempre
paciente, como si supiera que, con el tiempo, todos sus deseos se cumplirán.
Conviértase en especialista en el arte de detectar el momento propicio para
cada cosa. Descubra el espíritu de los tiempos actuales y las tendencias que lo
llevarán al poder. Aprenda a mantenerse a la expectativa cuando el momento
propicio no haya llegado, y a golpear con fuerza cuando la oportunidad le sea
propicia.
LEY N° 36: MENOSPRECIE LAS COSAS QUE NO PUEDE OBTENER:
IGNORARLAS ES LA MEJOR DE LAS VENGANZAS.
Al prestar atención a un problema trivial, lo convierte en
real y le confiere importancia. Cuanta más atención le preste’ a un enemigo,
más lo fortalecerá. Y, a menudo, un pequeño error se magnifica en el intento de
corregirlo. A veces, lo mejor es dejar ciertas cosas por completo de lado. Si
hay algo que usted desea pero no puede obtener, menosprécielo. Cuanto menos
interés demuestre, mayor será el nivel de superioridad que verán los demás en
usted.
LEY N° 37: ARME ESPECTÁCULOS IMPONENTES.
Una imaginería impactante y gestos simbólicos grandiosos generan
aura de poden ya que ejercen gran atracción sobre todos. Presente espectáculos
imponentes para quienes lo rodean, plenos de elementos visuales fascinantes y
radiantes simbolismos que enfaticen su presencia. Encandilados por las
apariencias, los demás no se darán cuenta de lo que usted está haciendo en
realidad.
LEY N° 38: PIENSE COMO QUIERA, PERO COMPORTESE COMO LOS
DEMÁS.
Si usted hace ostentación de ir contra la corriente,
alardeando acerca de sus ideas poco convencionales y sus actitudes heterodoxas,
la gente pensará que usted sólo desea llamar la atención y que desprecia a los
demás. Encontrarán la forma de castigarlo por hacerlos sentir inferiores. Es
mucho más seguro confundirse con la masa y adoptar un cierto aire “común”.
Limítese a compartir su originalidad con amigos tolerantes y con aquellas
personas de las que está seguro que aprecian su forma de ser diferente y
especial.
LEY N° 39: REVUELVA LAS AGUAS PARA ASEGURARSE UNA BUENA
PESCA.
La ira y las emociones son estratégicamente
contraproducentes. Siempre deberá mantenerse sereno y objetivo, pero si puede
enfurecer a sus enemigos mientras usted conserva la calma, obtendrá una ventaja
decisiva. Desubique a sus enemigos: descubra la grieta, a través de la cual
pueda sacudirlos y manejarlos.
LEY N° 40: MENOSPRECIE LO QUE ES GRATUITO.
Todo lo que es gratuito es peligroso, ya que por lo general
implica alguna treta o un compromiso oculto. Las cosas que tienen valor valen
la pena pagarse. De esta manera, no estará obligado a gratitud alguna, se verá
libre de culpa y evitará fraudes y engaños. Lo más inteligente es, a menudo,
pagar el precio total. Cuando hablamos de excelencia no hay gangas. Sea
generoso con su dinero y hágalo circulan dado que la generosidad es señal e
imán de poder.
LEY N° 41: EVITE IMITAR A LOS GRANDES HOMBRES.
Lo que se produce por primera vez siempre parece mejor y más
original que lo que viene después. Si usted sucede a un gran hombre o tiene
padres célebres, deberá lograr el doble para poder superar la imagen de ese
“modelo”. No se pierda en la sombra de esos “grandes” ni se quede estancado en
un pasado que no es obra suya: encuentre su propia identidad y reafírmela con
su accionar diferente. Elimine a ese padre dominante, reniegue de su herencia y
gane poder a través de sus propios méritos.
LEY N° 42: MUERTO EL PERRO, SE ACABÓ LA RABIA.
Los problemas suelen tener su origen en un solo individuo
fuerte: el instigador, el subalterno arrogante, el sembrador de inquinas y resentimientos.
Si usted deja espacio para el accionar de este tipo de individuo, otros
sucumbirán a la influencia del personaje. No espere a que los problemas que él
causa se multipliquen, y no trate de negociar con él, pues es irrecuperable.
Neutralice esa influencia, aislándolo o eliminándolo. Recuerde que, muerto el
perro, se acabó la rabia.
LEY N° 43: TRABAJE SOBRE EL CORAZÓN Y LA MENTE DE LOS
DEMÁS.
La coerción provoca una reacción que, con el tiempo, puede
actuar contra usted. Es necesario lograr, mediante maniobras de seducción, que
los demás se muevan en la dirección que usted desea. Una vez seducida, la
persona se convierte en su leal servidor. Y la forma más eficaz de seducir a
alguien, consiste en manejar con habilidad las flaquezas y la psicología del
individuo. Debilite la resistencia del otro a través de la manipulación de las
emociones, jugando con lo que el otro ama y valora, o lo que teme. Si usted
ignora el corazón y la mente de los demás, terminarán odiándolo.
LEY N° 44: DESARME Y ENFUREZCA CON EL EFECTO ESPEJO.
El espejo refleja la realidad pero también es el arma
perfecta para el engaño: cuando usted refleja a sus enemigos, haciendo
exactamente lo que hacen ellos, sus rivales no lograrán deducir su estrategia.
El Efecto Espejo los burla y humilla, lo cual los lleva a reaccionar en forma
desmedida. Al poner un espejo frente a su psique, usted los seduce con la
ilusión de que comparte sus valores. Al reflejar sus acciones en un espejo, les
enseña una lección. Son muy pocos los que pueden resistirse al poder del Efecto
Espejo.
LEY N° 45: PREDIQUE LA NECESIDAD DE INTRODUCIR CAMBIOS,
PERO NUNCA MODIFIQUE DEMASIADO A LA VEZ.
En teoría, todo el mundo comprende la necesidad del cambio,
pero en el nivel cotidiano el ser humano es hijo de la costumbre. Demasiada
innovación resulta traumática y conducirá a la rebelión. Si usted es nuevo en
una posición de poder, o un tercero que intenta construir una base de poder,
haga alarde de respetar la forma tradicional de hacer las cosas. Si se impone
un cambio necesario, hágalo aparecer como una leve modificación positiva del
pasado.
LEY N° 46: NUNCA SE MUESTRE DEMASIADO PERFECTO.
Siempre es peligroso mostrarse superior a los demás, pero lo
más peligroso de todo es parecer libre de toda falla o debilidad. La envidia
genera enemigos silenciosos. Lo inteligente es poner de manifiesto, de vez en
cuando, sus defectos y admitir vicios inofensivos, a fin de desviar la envidia
y parecer más humano y ascesible. Sólo los dioses y los muertos pueden parecer
perfectos impunemente.
LEY N° 47: NO VAYA MÁS ALLÁ DE SU OBJETIVO ORIGINAL; AL
TRIUNFAR, APRENDA CUÁNDO DETENERSE.
El momento del triunfo es a menudo el momento de mayor
peligro. En el fragor de la victoria, la arrogancia y un exceso de confianza en
sus fuerzas pueden llegar a impulsarlo más allá de la meta que se había
propuesto en un principio, y al ir demasiado lejos serán más los enemigos que
se creará que los que logre vencer. No permita que el éxito se le suba a la
cabeza. No hay nada como la estrategia y la planificación cuidadosa. Fíjese un
objetivo y, cuando lo alcance, deténgase.
LEY N° 48: SEA CAMBIANTE EN SU FORMA.
Al adoptar una forma definida y tener un plan claro para
todo el mundo, usted se convertirá en el blanco de ataques diversos. En lugar
de brindar a sus enemigos algo concreto que atacan manténgase flexible,
adaptable y en movimiento. Acepte el hecho de que nada es absoluto y de que no
existen las leyes fijas. La mejor forma de protegerse es mantenerse tan fluido
y amorfo como el agua. Nunca apueste a la estabilidad ni a un orden perdurable.
Todo cambia.
Fuente: Las 48 leyes del poder, Robert Greene.
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