miércoles, 8 de agosto de 2012

The Big Rip

Una de las hipótesis más populares sobre el destino final del Universo es la denominada Big Crunch o Gran Implosión, por la que el cosmos en expansión se va frenando poco a poco hasta que todos los objetos se acercan de nuevo y vuelven al punto original en el que comenzaron en el Big Bang. Pero existe otra teoría, una de las más aceptadas en la actualidad, llamada Big Rip en la que la energía oscura, la misteriosa fuerza opuesta a la gravedad y que se considera responsable de que el Universo se expanda cada vez más deprisa, juega un papel fundamental. Aunque este escenario es igualmente trágico, aquí se propone exactamente lo contrario; el Universo no se contrae, sino que se expande tanto que llega a un punto en el que todo lo que existe se desgarra, como si fuera un pañuelo en manos de dos niños que tiran con fuerza cada uno hacia el lado contrario. 

Cinco científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, el Instituto de Física Teórica de la Academia China de Ciencias y la Universidad de Pekín han calculado recientemente cuánto queda para este trágico final podemos estar tranquilos: ninguno de nosotros lo verá dentro de casi 17,000 millones de años. 


Si el Universo contiene suficiente energía oscura, y  si la densidad energética (w) de la energía oscura es <-1 en algún momento del futuro, se desgarrarán todos los objetos del Universo. «Gracias al rápido desarrollo de la cosmología moderna, en las últimas tres décadas los científicos han obtenido algunas pistas importantes para responder a estas preguntas», afirman. Los investigadores creen que la misteriosa energía oscura, que conforma el 74% del Universo (solo el 4% es materia ordinaria y otro 22% materia oscura), jugará un papel importante si se quiere pronosticar la duración de los tiempos. 

Pero, ¿qué pasará con las galaxias y estrellas? La repulsión gravitatoria de la energía oscura aumentará de forma continua hasta superar todas las fuerzas que sostienen los objetos entre sí y estos serán destrozados. Ningún objeto podrá escapar de este destino. De nuevo según sus cálculos, -si todo permaneciera entonces milagrosamente como hasta ahora y presumiendo que el Sol y la Tierra todavía existieran, se trata tan solo de un juego teórico-, la Vía Láctea quedaría hecha añicos 32.9 millones de años antes del Big Rip; dos meses antes del día del apocalipsis la Tierra sería arrancada de la órbita del Sol. Cinco días antes, la Luna nos sería arrebatada y el Sol se destruiría 28 minutos antes del final de los tiempos. Finalmente, 16 minutos antes de que todo acabase, la Tierra explotaría. Al menos, por lo que los científicos saben sobre la energía oscura, todavía tenemos un futuro muy largo por delante.

Visto en: http://marcianos.com.mx 

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